Los Punsetes: nos gusta que se peguen

Después de una década de carrera, Los Punsetes han logrado afianzarse en el complicado panorama indie estatal. Porque, no nos engañemos: Vetusta Morla, Supersubmarina o Dorian no representan la situación del indie. Ni tan siquiera deberían considerarse parte de esa escena. Los grupos guitarreros que trabajan años para hacerse un hueco y sufren de lo lindo para sacar disco y poder presentarlo en concierto, por lo general, no viven de ello. Tienen que compaginar su vida de banda de rock con un empleo que les sustente. Por eso tiene tanto mérito que Los Punsetes hayan cumplido 10 años, sigan luchando y sacaran en 2014 un disco redondo (LPIV, 2014, Canada Editorial). Por el camino han quedado muchos otros grupos e, incluso, uno de los cinco punsetes¹.

En 2015 llega una cierta recompensa: están presentes en muchos de los festivales de la temporada, al lado de los grandes nombres internacionales y de muchos otros compañeros de fatigas. A la vez que ellos lograban sacar adelante sus primeras maquetas y el disco de debut, lo hacían otras bandas ahora instaladas en los festivales cada año. En una entrevista a Rockdelux este año, la propia Ariadna recordaba los inicios de la escena, por denominarla de alguna manera: Triángulo de Amor Bizarro, Lidia Damunt, Klaus & Kinski, La Bien Querida, Margarita o Manos de Topo². Dos conexiones resultan interesantes para explicar el desarrollo del grupo madrileño: La Bien Querida y Triángulo de Amor Bizarro.

Con el proyecto musical de Ana Fernández-Villaverde compartió, en un momento decisivo, a David Rodríguez. Tótem de lo alternativo desde los 90, es el colaborador habitual y productor de La Bien Querida. Cuando Los Punsetes dieron el salto a una discográfica, Everlasting Records, tras el debut autoproducido (Los Punsetes, Gramaciones Grabofónicas, 2008), contaron con él para dirigir las sesiones de grabación del nuevo disco, que era el primero en muchos sentidos. Por eso, quizá, se optó por una línea totalmente continuista en el sonido y en la forma de trabajar. David Rodríguez se encargó en pulir detalles y aportar un halo de profesionalidad en la búsqueda de mejorar el primer disco, pero como afirmaba Chema (batería) “siempre dentro del mismo estilo porque, evidentemente, no somos un grupo que vaya a hacer grandes cambios”³.

En aquel LP2 (Everlasting, 2010) están algunas de las canciones más conocidas de la banda, como Tus Amigos o Por el Vicio. También se encuentran letras que disparan dardos que pueden aplicar a muchos colegas: “Tú, tan bien, que lo haces que hay que ver, no hay nadie en España que lo sepa hacer” (De Moda). Con ese disco demostraron que sabían hacerlo, pero visto en perspectiva, que ellos mismos se estaban limitando.

Muchas veces se ha comparado a Los Punsetes con Los Planetas, a veces de forma acertada, en ocasiones de forma equivocada y usándolo como un dardo envenenado. Ellos mismos reconocen que son seguidores de J. y compañía, aunque a veces, cansados, les incomode reconocerlo. También citan, en este caso Manu ‘Antonna’, a Gabinete Caligari “por esa mezcla entre pop y cosa sórdida y castiza”. “Me encanta y es mi grupo de referencia sobre todo en las letras. Me gustaba mucho también Golpes Bajos. O coétaneos como Triángulo de Amor Bizarro”⁴. Debe reconocerse que, aunque compartan generación, los gallegos han ido por delante en transgresión sónica y han abierto el camino a muchos otros grupos con inquietudes musicales similares. A la hora de ir más allá y explorar todas las capacidades de Los Punsetes, el espejo ha sido Triángulo de Amor Bizarro. Pero, ¿realmente se parecen ambos grupos? ¿Cuándo se ha producido un acercamiento?

Recuperamos las palabras de Ariadna a Rockdelux citadas anteriormente: “Nos metían a todos en el mismo saco, pero no teníamos nada que ver. Si los escuchas sin saber que todos somos amigos o españoles, no dirías que compartiéramos algo”. A nivel de letras, quizá sólo compartan mala leche y un cuidado que muchos otros músicos no ponen. Rodrigo Caamaño de Triángulo reconocía que en Victoria Mística (Mushroom Pillow, 2013) había llegado a escribir 5 folios sólo para Un rayo de sol. Las letras de Los Punsetes buscan una mayor inmediatez, ese “en tu cara” con el que les gusta definirse, pero sin caer en lo fácil. Eso es algo harto complicado cuando juegan con el lenguaje del día a día como principal ingrediente, incluso cuando abordan los temas más complejos: “Yo quería hacer algo interesante, salir a hombros por la puerta grande; poner en mi epitafio Estoy contento de haber estado vivo antes de muerto” (Bonzo, LPIV).

El sonido de Los Punsetes toma altura y complejidad con la llegada de Pablo Diaz-Reixa (El Guincho) y Brian Luis Hernández para encargarse de la producción del tercer disco. Una montaña es una montaña (Everlasting-Popstock!, 2012) tiene guitarras más afiladas y bases rítmicas más presentes, la voz de Ariadna sigue en primer plano pero suena más integrada dentro de la instrumentación y es más plana. El conjunto de canciones funciona como unidad, todas quedan encerradas dentro de una misma atmósfera y el resultado fue bienvenido por la crítica.

Para el grupo fue un aprendizaje, del que extraer muchas lecciones, pero faltaba integrar la inmediatez característica de sus canciones con el nuevo sonido. Por ello, para LPIV volvieron a contar con Pablo Díaz-Reixa, pero, en palabras de Antonna: “habíamos hecho un disco con él más homogéneo, más oscuro, más basado en el desarrollo de concepto. Nos apetecía volver a hacer canciones centrándonos simplemente en las canciones individualmente. Algo mucho más inmediato y agresivo. Hemos trabajado mucho en esa línea y creo que se nota mucho en el resultado. Obviamente no es igual que en los primeros discos, porque hemos cabalgado bastante, pero sí nos apetecía recuperar esa frescura.”⁵

Otro cambio importante respecto al tercer disco es la forma de cantar de Ariadna, una vuelta a las primeras grabaciones a petición directa de El Guincho. Él quería la versión más enfadada de la cantante, quien tuvo que esforzarse para recuperar la esencia de sus inicios, pero lo logró. “Me tuve que motivar para cabrearme más. Me parece más parecido a como cantaba yo en el primer disco. Ahora he dado clases de canto, creo que se nota que sé un poco más.”⁶ El sonido tiene más capas, hay más mala leche en todos los sentidos y un nivel de distorsión que retrotrae la versión más pop de Triángulo de Amor Bizarro, la que tiene a Isa de cantante principal. En el resultado, sobre todo en el remate sonoro, Antonna resume diciendo que “aquí Pablo se ha cebado mucho más. Después de hacer el anterior ahora se ha permitido ir mucho más al límite, y mucha parte de eso es él echándose unas risas en la mezcla.”⁷ Sólo hay que ver la foto de los productores al terminar, deseando suerte al grupo para defender su trabajo en directo.

LPIV supuso la primera publicación bajo el sello de Canada, quienes además firman gran parte de sus vídeos, incluidos algunos de su etapa en Everlasting. La crítica fue mayoritariamente favorable, aplaudiendo la evolución progresiva del grupo, y los directos siguen siendo celebrados por sus seguidores. En plena temporada de festivales, muchos podrán disfrutar de sus conciertos y conocerlos, si aún no lo hacen. Y es que, en 2015, Los Punsetes se han convertido en músicos que no dejan indiferentes, a los que tienes que escuchar, aunque no quieras, si están sonando cerca. Las letras cantadas de Ariadna se te meten en la cabeza, es complicado no seguirlas gracias al protagonismo de su voz, que se ve envuelta por muros de guitarra y por baterías que cada vez tienen menos miedo a sonar hasta la estridencia. Las canciones, pequeños himnos para la generación perdida entre la estafa del siglo XXI, se pegan a la primera. Y nos gusta que se peguen. Porque como dijeron en su debut en Fondo de Armario, “Toma nota de un detalle, cuando apunto es imposible que falle”.